jueves, 5 de marzo de 2015

MARZO

               El que os habla no rondaría la decena de edad. Me encantaba llevarme horas en casa de mis abuelos José Antonio y Josefa para zambullirme en la cátedra de aquella Villarrasa de parva, empedrado y cal. Sería martes santo o miércoles… no me acuerdo. La luz en estado sólido de aquella tarde de marzo entraba tamizada a través de los cristales verdes, amarillos y blancos del portentoso cierro, procedente del derribo de un palacio sevillano, a dejar caer sus 24 kilates sobre uno de los maceteros barnizados, entre viejos y antiguos, que flanqueaban el vano del segundo portal. Sobre el macetero un tapete de croché y sobre éste un tibor de loza del que emergía una maceta cuajada de “narditos” (frecsias) que trasminaban toda la estancia (será por ello que asocio ese aroma al mes de marzo), debajo, en tiesto pintado de blanco con la revuelta del filo en verde, una maceta de frondosas y abutanadas cordobesas. A través de los opacos cristales del cierro, con las persianas remangadas, se adivinaba un bosque de “laureolas”, “pilistras” y flores de jarro en torno al brocal del pozo. Colgadas de las paredes, a la espera de las aguas de abril, los brotes de lo que serían aromáticos claveles grana reventones, que acabarían de la manera más gloriosa: prendidos en la solapa de algún jinete en el Romero o en el rodete de alguna flamenca en el Rosario… quién sabe si junto a la peina de la Hermana Mayora (aquel año creo que salía de la misma calle).
               Un incesante "tictac" salía del péndulo del reloj de pared. Presidiendo el amplio salón un retablito con una estampa antigua de San Antonio de Padua con marco de fina labor de forja pintado de purpurina, flanqueado por dos farolitos con bombillitas perennemente encendidas, excepto cuando algunos de mis primos, mi hermano o yo las apagábamos para bromear con mi abuelo, pocas bromas soportaba tan mal como que le apagaran las luces a su San Antonio; para él era el summum de la irreverencia y significaba casi estar desprotegido; no, no llevaba demasiado bien que sus nietos gustaran de bromear con aquello tan sagrado para él. Mi abuela había remangado, por enésima vez, las rojísimas (cómo no) enaguas de la camilla para remover el poco cisco que quedaba en la copa y que ya había regado con romero bendecido del día de la Virguen (Virgen con “g” suave no podía ser otra más que la de los Remedios), “ya no hace tanto frío” –decía- “aunque mira cómo se pega las brasas a la badila”, barruntaba así que el tiempo iba a cambiar. Sobre la mesa, un cesto de porcelana con amapolas de plástico duro del año del cuplé (literal); al lado, una fuente con exquisitas tortillitas de bacalao. "Dang, Dang…" así hasta seis campanadas del reloj de pared retumbaron en la espaciosidad de la galería. Mi abuelo, que dormitaba como podía la siesta en su mecedora de loneta, miraba aquel mueble con manecillas y, de seguida, comprobaba la hora con su reloj de pulsera, volviéndose luego a dormir no sin antes reparar en las luces apagadas del retablo de San Antonio “¿Otra vez has apagado el San Antonio?” –medio me regañaba- “desde luego que no ideas cosas buenas, ¡vuélvelo a encender, hombre!”. Mi abuela se sonreía cómplice. 
               La voz de Garrido Bustamante, procedente del Radiola en blanco y negro, retransmitía la primera o segunda desde la Campana. Eso y los toros era lo único que a mi abuelo le merecía credibilidad de aquella caja del demonio, lo demás eran pepones pintados en el cristal (quizás no iba tan desencaminado). Al instante se dejó oír “… este palio acompañado de la Banda de Soria 9”, a mi abuela, más emocionada por lo que le recordaba que por lo que veía en la pantalla, se le escapó un “qué lindos los toques de la música de Soria”, y lo decía así, como si nunca la hubiera acogido en su casa. Era mil novecientos ochenta y… pero por sus octogenarios ojos, que comenzaban a asomar el vidrio de las emociones, bien pudiera ser mil novecientos veinti… Y, como si yo no lo supiera, como si pensara que semejante cosa se me pudiera olvidar, me espetaba casi con nerviosismo y con un ímpetu contagioso: “Niño, ¡¡QUE YA ESTÁ AQUÍ LA CRUZ!!”

jueves, 1 de mayo de 2014

Boletín "Santa Cruz del Campo" de 2014 en pdf:

               Se ha hecho de rogar (aunque el de papel está en la calle desde el miércoles de pasión), pero ahí está. Entrando en la web www.santacruzdelcampo.org y clicando "Boletines" en el menú. O bien directamente:


miércoles, 9 de abril de 2014

Atentamente.

                A/A Estimado Sr. Tertuliano, columnista, reportero, intelectual, “humorista”, y demás adalides de
la libertad y el respeto. A todos los que, de un bando u otro, surgen como hongos en estas fechas, prestos a circular por la trillada senda del tópico, el prejuicio y la ignorancia:
                Ante todo respeto profundamente que no le guste la Semana Santa, está en todo su derecho (faltaría más) incluso de que así lo haga saber públicamente, pero me va a permitir hacerle unas puntualizaciones, más que nada para que cuando exponga las razones de su repudio tenga al menos motivos para que su credibilidad no quede en entredicho:
               -Las procesiones no las costea el Estado ni siquiera, fíjese, la Iglesia. Todos los gastos que origina una cofradía en la calle son sufragados íntegramente por los hermanos y devotos de esta y si, por casualidad, se beneficia de alguna subvención, es porque se acoge a los mismos derechos que cualquier otro colectivo igual.
               -Me sorprende, mejor dicho, me ruboriza que usted, siendo tan amante de la cultura, el arte y la creación, llame “muñecos” a obras escultóricas que se estudian en Institutos y carreras de Arte. Las Imágenes son obras salidas de manos humanas, razón más que suficiente para que, aparte de que representen a la divinidad, sean sagradas.
              -Por más que usted lo repita, no se convierte en verdad. Los católicos no adoramos a las Imágenes (y si aun así fuera, a usted, ¿qué?).
              -Emocionarse ante una obra de arte o ante un estímulo, imagen o figura de apego que nos haga sentir una anámnesis gratificante es un hecho intrínsecamente humano, lo que nos distingue del resto de los seres vivos. Si a usted, tan moderno, tolerante, respetuoso y avanzado le molesta que haya personas que experimenten eso, el problema no es más que suyo (de usted)… hágaselo mirar, puede ser grave y, lo que es peor, contagioso.
              -Los cofrades no somos fachas, ni machistas, ni maltratadores… somos tan hipócritas como lo puede ser cualquiera. No somos racistas ni xenófobos (los puede haber, pero no por el mero hecho de ser cofrades) de hecho existían Hermandades de negros, mulatos, gitanos… No nos comemos a los niños crudos para merendar, ni nos azotamos hincados de rodillas en nuestro cuarto a la luz de las velas, ni mucho menos el carné de militante del PP es imprescindible para acceder a ser hermano de una Hermandad. Los cofrades podemos ser tan modernos y abiertos incluso más que usted… en serio.
              -Un hábito nazareno no es un disfraz, ni muchísimo menos tiene que ver nada con el Ku-Klux-Klan  (o como puñetas se escriba) Cuando los españoles conquistamos el Nuevo Mundo (lugar donde se creó dicho grupo), ya llevábamos siglos haciendo estación de penitencia de forma ANÓNIMA, que para eso es el hábito nazarano.
              -Cuando usted sea capaz de despojarse de todas sus riquezas, sólo entonces estará en condiciones morales de criticar el patrimonio (del que usted también disfruta) de las Hermandades. Al parecer, según personas con su mismo pensamiento, las Hermandades tiran al vertedero todos sus palios, mantos, pasos y coronas una vez pasada la Semana Santa para volverlos a hacer de nuevo al año siguiente. Aún así, la gente hace con su dinero lo que bien les plazca y aunque esté mal decirlo, espero que nunca se tenga que ver en la tesitura de llamar a las puertas de una casa hermandad para recibir lo imprescindible para pasar el día.
               -Estoy seguro de que si todo esto fuera cosas de ingleses, alemanes o americanos (del norte) tendríamos Semana Santa hasta en la sopa (véase Halloween, día de la marmota, santa Claus, etc… -que respeto, por supuesto-) y se vería como todo un ejemplo de integración social, organización, arte y cultura…
               -No me vanga dando lecciones de tolerancia, que le veo venir. Cae en lo mismo que critica: imponer un pensamiento único. Y de esas formas de proceder, España va bien sobrada.

               - Por último (aunque me deje cosas en el tintero) le puedo dar mil razones para criticar a los cofrades, mil u una… pero mejor me las guardo. 




domingo, 2 de marzo de 2014

Restauración de San Roque

               Sería injusto que después de aquella entrada de enero de 2012, en la que lamentaba el pésimo estado de conservación de la ermita de San Roque, no hiciera mención a los trabajos de restauración llevados a cabo en ella durante estos meses.

               En la red he encontrado este blog: http://www.teelalcornocal.blogspot.com.es/ donde explica paso a paso, con fotos muy interesantes, el proceso. Villarrasa recupera uno de sus monumentos. Mi más sincera enhorabuena a sus artífices, desde el primero hasta el último.

               Como curiosidad, siempre me he preguntado de qué estaría hecho el florón de la cúpula.... pues pasen y vean.

               Pongo aquí, con permiso de los administradores del blog, de una foto:






domingo, 12 de enero de 2014

La Virgen de los Dolores, ¿del XIX o del XVII?

               Qué mejor manera de desempolvar el blog que con esta entrada. Viendo el panorama actual sólo me salen sapos y culebras del teclado. Me propuse que cuando volviera a escribir aquí lo haría con algo agradable y pedagógico y hoy lo voy a hacer. Si supieran, amigos lectores, cómo tengo la bandeja de borradores... pero prefiero valer más por lo que callo. Bueno a lo que iba, esta entrada va dedicada a la que, para el que suscribe, es la Dolorosa más bella de cuantas conozco (aquí, como es mi espacio personal, sí lo puedo decir sin importarme si es compartido o no): nuestra villarrasera Virgen de los Dolores.

               El título lo dice todo, por lo que iré al grano. Hace varias entradas apunté que desde pequeños nos inculcan que todo lo que viene en los libros científicos, catálogos o manuales sobre cualquier menester es verdad revelada, rotunda y dogmática... Con la edad uno va reparando en que no hay ciencia exacta ni saber que no esté sujeto a la imperfección humana.

               Cada vez que alguien me pregunta sobre la autoría y fecha de ejecución de la Virgen de los Dolores, siempre encabezo la respuesta aludiendo al libro "Escultura Mariana Onubense" (editado con motivo del XXV Aniversario de la Diócesis de Huelva), esto es, según sus autores se trata de una imagen anónima de la escuela sevillana del siglo XIX. Nunca me llegó a convencer esa aseveración ya que, sin ser experto en catalogación de obras de arte, por más que miro y remiro (y quienes me conocen saben hasta qué punto la conozco) no la veo de ningún autor decimonónico.

              Pero hete aquí que el otro día, en una tertulia cibernética sobre arte, comentando una foto de Ella, varios contertulios negaron su autoría decimonónica y la asemejaron a la Virgen de las Angustias de la Hermandad de Jesús Nazareno de Utrera (Sevilla), considerada obra de finales del siglo XVII y pinchando aquí podemos saber más sobre su historia. Automáticamente busqué en el google una foto de dicha Virgen utrerana y la comparé con otra foto de la nuestra. Este es el resultado, juzguen ustedes mismos:



Foto: Miguel Suárez Lagares

Llegados a este punto no tengo más que poner esparadrapo en boca y dejar que el monumento prevalezca sobre el documento (historiográfico, en este caso).


domingo, 11 de agosto de 2013

Francisco.

               Tiempo habrá en este espacio para comentar aspectos de nuestro nuevo Papa. Pero de momento me quedo con este artículo del Teólogo José María Castillo http://blogs.periodistadigital.com/teologia-sin-censura.php/2013/07/30/-no-juzgueis-y-no-sereis-juzgados-mt-7-1
               Qué a propósito estos días en que se celebra la Novena a nuestra Madre...
               Copio y pego, espero que al Dr. Castillo no le importe:
Si algo está dejando patente el papaFrancisco, cada día más patente, es que se trata de un papa que cree más en el Evangelio que en el Papado, que toma más en serio lo que dijo Jesús que lo que imponen las normas vaticanas. No pretendo ahora discutir, ni siquiera insinuar, que haya, o pueda haber, contradicciones entre el Evangelio y el Vaticano. Me refiero a lo que es la “convicción determinante” en la vida.
Esa convicción puede ser la bondad o puede ser el poder. Ha habido papas cuya convicción determinante ha sido la bondad. Como ha habido papas cuya convicción determinante ha sido el poder. Ahora bien, el mecanismo que hace funcionar la bondad es el respeto a todos. Mientras que el mecanismo que hace funcionar el poder es el juicio. Esto quedó claro en el principio satánico que pronunció la serpiente, en el mito del paraíso, cuando le dijo a Eva: “Seréis como Dios en el conocimiento del bien y del mal” (Gen 3, 5).
Lo que define a Dios, según el demonio, es el poder que delimita lo que está bien y lo que está mal. Y a eso se han dedicado, demasiadas veces, los llamados “representantes de Dios” en la tierra. Por eso, sin duda, el papa Francisco se ha dedicado, en su todavía corto pontificado, a atizarles fuerte a los clérigos, empezando por él mismo, por los papas, los cardenales, los obispos, los curas, los frailes.... Los clérigos, ha dicho Francisco, han sido los que han alejado a los jóvenes de la Iglesia. Una Iglesia que se ha dedicado a juzgar a buenos y malos. Una Iglesia que se ha dedicado a “hacer de Dios”, a producir la impresión de que tiene la última palabra, como si fuera Dios.
Por eso, en pocos minutos, le ha dado la vuelta al mundo la respuesta que Francisco le dio a un periodista en el avión de vuelta que le llevaba de Río a Roma: “Si una persona gay busca al Señor, ¿quién soy yo para juzgarla?”. Francisco tiene conciencia de su responsabilidad. Pero también sabe que esta responsabilidad está limitada por su condición humana. Una condición, y su consiguiente limitación, que el papa lleva siempre consigo, por muy papa que sea. Jesús les prohibió a sus operarios arrancar la cizaña en el mundo porque - tengan el cargo que tengan - se pueden equivocar. Y bien puede suceder que, en lugar de arrancar la mala hierba, lo que hagan en la vida sea pasar por este mundo arrancando el trigo de Dios (Mt 13, 24-30. 36-43). Sólo los ángeles de Dios, en definitiva, solamente Dios puede saber y puede decidir lo que está bien y lo que está mal.
Y para terminar, un criterio que dejó muy claro el papa Francisco: “Los pecados se perdonan, los delitos no”. El problema está en que abundan los clérigos (con sus monaguillos) que, si es preciso, se tiran a la calle para pedir que, en cuanto eso es posible, algunas cosas que dice el Catecismo se copien en el Código Penal. Ya es malo pecar y tener que confesarse. Pero, si encima de eso, tienes que pasar por el juzgado para acabar en la cárcel.... ¿No es eso pretender que vuelva el Nacional-Catolicismo?
¡Por Dios Santo!, no nos cansemos de ser buenas personas. Porque sólo la bondad - y siempre la bondad - tiene fuerza para cambiar el mundo. Y hasta para darle un giro nuevo a la historia.