jueves, 30 de septiembre de 2010

Carta a un piquete vándalo.

               Estimado piquete vándalo:

               Ante todo me niego a llamarle "piquete informativo" por más que lo pretenda esta oleada de eufemismos y circunloquios que intentan explicar lo que todos sabemos. Por supuesto, no son todos los que están y es de agradecer que no todos sean como usted cuando ejercen el respetabilísimo derecho a la Huelga.

               Le agradezco sobremanera el empeño que pone usted en "defender" los derechos de los trabajadores, aunque a veces se le olvide que trabajadores somos todos y los hay (más de lo que Vd. y yo pensamos a priori) que las pasan canutas tanto en épocas de crisis como de bonanza, y nadie se acuerda de ellos.

               Le agradezco, repito, ese empeño que pone usted en defenderme (como si me conociera de algo), pero me va a permitir ser tan desconsiderado, malagradecido, tan esquirol como para decirle que usted a mí no me representa, en absoluto. Muy loable su causa, pero en el mismo momento en que empuña un palo -o palet- con el propósito de partir lunas de camiones, abollar furgonetas o todo lo que cogiera por delante... en el momento en que rocía con gasolina no se sabe qué cosa, vuelca contenedores, hace estallar cajeros, destroza mobiliario urbano (de todos, no se le olvide)... cuando, simplemente, coarte la libertad de asistir a un puesto de trabajo... justo en ese instante pierde, para mí, toda la razón que pudiera tener.

               ¿Me va a decir que a estas alturas de la Historia es necesario recurrir a la violencia para hacer prevalecer un punto de vista? Hasta qué punto, pienso a veces, hemos involucionado. Qué falta de respeto hacia aquellos que sí supieron lo que era ponerse en huelga con todas las consecuencias que acarreaba. Aquellos sí que se partieron la cara para luchar por lo que hoy gozamos, jugándose el todo por el nada. Haga el favor de no insultar mi inteligencia. No vaya a tener el atrevimiento de compararse con aquellos que sí tuvieron "bemoles" para conquistar el mayor bien del que hoy disfrutamos: La LIBERTAD. No la pisotee, no se rebaje a tan ínfimo nivel. Dese a respetar para cuando pudieran emplear contra usted los mismos métodos para algo que no sea de su agrado.

               No me dé lecciones de progresismo porque no se las pienso aceptar. Asir un palo no es progreso. Puede que por mis venas corran más gotas de sangre jacobina que por las suyas (no lo sé, quizás), pero mis armas son el uso de la razón y la libertad. Guarde sus gamberradas cuando se decida a intentar convencerme. No me encasilles, la intransigencia no entiende de ideologías (aunque unas la hayan cultivado más que otras) y allá donde se encuentre la intransigencia, búsqueme en sus antípodas.

               No haga que todo el esfuerzo por conseguir el mejor sistema de convivencia que se conoce (puede que no sea la panacea, pero sí el mejor de los posibles) se haga añicos ante sus infantiles actitudes. La violencia llama a la violencia y más en esta España que tan experimentada está en ello, desgraciadamente. Si piensa que quemando un contenedor o pinchando la rueda de un coche están solucionados los grandes problemas del país, pienso que se equivoca de todas, todas. Si quiere que le diga dónde está el mal mayor de esta piel de toro, busque en cada uno de nosotros... no es otra cosa más que la EDUCACIÓN (mala / falta de), de la que, si lo desea, hablamos en otra ocasión.

               Reciba un cordial saludo

lunes, 27 de septiembre de 2010

La web de la Cruz

              

               En estos días finales de septiembre se cumplen cinco años desde que se creara la web oficial de la Primitiva y Fervorosa Hermandad de la Santa Cruz del Campo, Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Santo Rosario. Mi Hermandad. Con una media aproximada de 22.170 visitas anuales.

               Podría decir muchas cosas de esta web pero no quisiera resultar empalagoso, y ya lo dice el refranero "quien mucho dice yo soy es porque no tiene quien le diga tu eres". No hay nada que demostrar. Me quedo con lo inmaterial, con lo que concierne a los sentimientos puros y verdaderos, el vello erizado y las lágrimas derramadas ante la pantalla por devotos en Sevilla, Madrid...  incluso Estados Unidos, Kosovo o Afganistán; camas de hospitales, residencias de ancianos (benditos portátiles!!). La Cruz dando sentido a muchas vidas, motivo de alegría y bálsamo de muchas almas. Ese y no otro es el sentido de mover las cosas de la Cruz. Repito, me quedo con eso, que es en realidad lo que importa y por lo que un crucero debe sentirse más satisfecho.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Corridas de toros no, Correbous si...

               A cuadros es como se queda uno cuando le llegan noticias como las del título de esta entrada. (La actualidad hace que haya una casi diaria). Hasta la fecha sabía de la existencia de eso llamado demagogia dentro de la clase política (no toda, a Dios gracias), lo que sí no me esperaba es que ésta sea tan descarada. Dejo aquí el enlace de la noticia tal y como viene en diario "El País": http://www.elpais.com/articulo/espana/Parlament/blinda/correbous/elpepuesp/20100922elpepunac_3/Tes

               La verdad es que hay ciertas cosas en esta vida que es mejor tomárselas a guasa, es imposible tomárselas en serio. Como Valle-Inclán, es mejor reirse de los esperpentos, de esa realidad que nos aparece deformada como nuestra imagen en espejos cóncavos o convexos. Lo siento, no me pidan seriedad a la hora de hablar de una clase política que nos toma el pelo una y otra vez, y encima, en nuestras propias narices. Se habrán pensado que los que conformamos el pueblo somos imbéciles (por no decir algo más fuerte). Nótese que en ningún momento hago mención alguna a la generalidad (que no Generatitat) de la buena gente catalana ni los acuso de nada, son muy libres de elegir sus destinos, pero clama al cielo tanta desfachatez por parte de los que aprietan el botoncito desde un escaño del parlament, donde ayer dijeron digo, hoy dicen Diego. He llegado al convencimiento de que el juego político (que no la Política per se, que son cosas distintas) no es más que puro oportunismo.

               El tema no está en "toros sí o toros no", (que también tengo mi opinión personal, pero si entro será de soslayo), si no en el doble rasero -y doble moral- que a veces se tiene a la hora de legislar y ejecutar las leyes. Es muy peligroso jugar a las prohibiciones para según qué cosas, nunca a ninguna sociedad le ha hecho ningún bien las restricciones caprichosas. A mi no me gustan las peleas de gallos y por lo tanto no voy a ninguna. Mi padre es aficionado a la caza, yo no; ni yo le quito a él su afición, ni él, por supuesto, me obliga a mí a tenerla. No me gustan ciertas celebraciones o tradiciones y, sin embargo, no pierdo el tiempo en salir a verlas, pero no dejo de comprender que haya quien le vaya la vida en ello. ¿Quién soy yo para prohibir que la gente vaya a presenciar matanzas de cerdos a la Sierra? (que tanto está de moda ahora, como si aquí en mi pueblo nunca se hubiera hecho), si alguien disfruta viendo cómo sacrifican a un animal y cómo de la materia prima salen esos exquisitos manjares ¿Quien soy yo para juzgar sus gustos?

               Es peligroso, digo, jugar a prohibir arbitrariamente, porque siempre se sabe por dónde se empieza prohibiendo, pero nunca por dónde se acaba. Una procesión con una escultura de un Cristo crucificado demacrado y lleno de sangre, para los católicos es gloria bendita, pero para el que no lo sienta así puede considerar que hay que preservar de la vista de los niños semejante acto cultural de contenido macabro. También podría resultar molesta la Imagen de la Santa Cruz en procesión por las calles porque puede hacer apología del martirio festejar a un patíbulo equivalente a la silla electrica o la guillotina, aunque para el cristiano signifique todo lo contrario, para el que no lo es esas consideraciones se las pueden traer al pairo (pero vamos, hasta ahí podría llegar la broma!!!!). Eso sin contar los museos repletos de esculturas de dioses, diosas y ninfas devorándose unos a otros; pinturas tenebristas barrocas, suicidios románticos, duelos a garrotazos... ¡A la candela toda esa literatura de temática cruel! ¡Censura sin piedad a películas como "La Naranja Mecánica"!... No, no es descabellado lo que digo, viendo cómo está el patio. Después de leer noticias como la que nos ocupa, uno se cree ya cualquier cosa.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Gadea de Villarrasa

               Recuerdo, ya anecdóticamente, un programa documental allá a mediados de los 80 del siglo pasado; se emitía en "Telesur" (desconexión territorial de Televisión Española)... recuerdo nítidamente hasta el nombre de dicho espacio: "A pleno sur". Pues bien, en una de sus ediciones se mostraba la fauna de nuestra zona, más concretamente las colonias de murciélagos existentes en el puente de Gadea, situándolo una y otra vez en la vecina localidad de La Palma del Condado. La visualización de aquel programa no sentó nada bien en mi familia (recuerdo las reacciones en torno al brasero), lástima que no existiera la interactividad en la TV, aunque me llegaron noticias de que nuestro recordado antropólogo -Manuel Babío- sí se hizo notar. Hoy, la cosa es bien distinta y evoco aquello, como digo, como una anécdota simpática.

               Sabía, intuía, no se... me daba en la nariz de que tarde o temprano trataría este tema en mi blog. Ha sido más pronto de lo que en un principio pensé (tanto que no doy tiempo a respirar a la anterior entrada), pero es que hoy ha ocurrido algo que lo ha desencadenado: Por enésima vez, lo medios de comunicación ubican nuestro paraje de Gadea en otro término municipal. Este vez le ha tocado el turno a "la nuestra" (jaJJaAjajja... discúlpenme la risa floja que me entra), en el programa de cocina "Cómetelo". Canal Sur, la que pagamos todos, la que mantenemos todos los andaluces.

               Con lo fácil que es documentarse en estos tiempos, con la de avanzadas tecnologías que existen al servicio de los medios de información... no me gusta dudar del trabajo de nadie, pero estos errores (que no son aislados, sino reiterados) dicen mucho de la profesionalidad de quien/es lo comente/n.

               Reconozco que me da cierto pudor hablar de esto, detesto las posturas provincianas. Pero es que, precisamente, porque es algo tan anodino y tan nimio que llama poderosamente la atención no ya el error en si -que es disculpable- si no la reiteración. No me gustaría imaginar hasta dónde llegarían los trastos si algún medio ubicara la Giralda en Toledo.

Foto extraida de http://www.villarrasa.es/
Enlace: http://www.google.es/imgres?imgurl=http://www.villarrasa.es/typo3temp/pics/294acd0bd7.jpg&imgrefurl=http://www.villarrasa.es/index.php%3Fid%3D1237&usg=__7-bZliuhd92OTxuSb1SLrzaTrWs=&h=145&w=300&sz=30&hl=es&start=1&zoom=1&itbs=1&tbnid=oqlPmUHTueYUBM:&tbnh=56&tbnw=116&prev=/images%3Fq%3Dpuente%2Bgadea%26hl%3Des%26gbv%3D2%26tbs%3Disch:1

lunes, 20 de septiembre de 2010

La calle "Desempedrá"


               Yo particularmente lo veía venir. Y es que esta Villarrasa de mis entretelas, de unos lustros para acá, ha importado ese síndrome del rico nuevo, capaz de poner un umbral de marmol en la entrada de una chabola. Esa exaltación del brillo fácil, ese anonadamiento por oropeles ajenos frente a la solera de los propios tesoros desgastados. ¡Qué fea era nuestra plaza Nueva, toda de ladrillos sevillanos, naranjos, setos de tulla y bancos de forja... tan cutres ellos! Mejor pongámosle marmol por un tubo, que eso siempre da caché (aunque a pocos metros haya un callejón, a veces, insalubre), coronémosla con una estatua que... mejor me guardo la opinión, porque bien me escuece como devoto cada vez que paso por allí.

               Le tocó el turno a las calles Empedrá y Alcantarilla (me gusta llamarla por su nombre tradicional, creo no haber escuchado a nadie decir: "voy a la calle Médico Luis Salazar a sacar dinero del cajero"), y bien me parecía (repito, me parecía) que iban a construir un escenario al estilo "Bienvenido Mister Marshall"... para que quienes nos visitaran se encontraran un pueblo de lo más "typical". Respetando profundamente el trabajazo que tuvo que dar, me llamó la atención ese querer mezclar lo popular con lo aristocrático: baldosas prefabricadas de cemento (de las que cualquiera puede tener en su patio), por supuesto placas de mármol (si no, no hay brillo ni señorío que valga), y "piedras" (lo entrecomillo por no decir un disparate). El resultado, pues así de pronto me evocó las largas esteras que antes se ponían por medio de casa para que las bestias pasaran del corral a la calle -y viceversa- (presumo que pertenezco a la última generación que, por suerte o por desgracia, presenció aquello)

               Ahora parece que se han dado cuenta de que fue un experimento que mejor se hubiera hecho con gaseosa. ¿Qué pondrán ahora?¿se notará el parche?.... yo empiezo a estar harto de todo tipo de remiendos por no hacer en su tiempo las cosas bien. Mientras tanto, seguirá siendo el dinero de nuestros impuestos los que sufraguen las enmiendas de quienes deciden la estética de nuestro entorno... muy gustosamente si todo es por mejorar lo que ya tenemos, aunque sea un error no muy pasado.


sábado, 18 de septiembre de 2010

Besamanos a la Virgen de los Dolores

               El domingo 19 de septiembre se expondrá en besamanos la Imagen de María Stma. de los Dolores, el horario será: Por la mañana después de Misa de doce y por la tarde después de la Misa que se celebrará en su honor a las 21,00 horas.

               Así, de forma sencilla, pero constante, un grupo de personas (jóvenes) se han propuesto a regularizar los cultos a unas Imágenes que siempre han gozado en Villarrasa de gran devoción, pero que fueron sometidas al ostracismo durante demasiado tiempo. Poco a poco, prisa no hay y tarde no es.

¡SUERTE!



martes, 14 de septiembre de 2010

14 de septiembre, Exaltación de la Cruz

               El 14 de septiembre, la Iglesia se viste de rojo. Casullas, paños de ambón, cubrecálices, estolas y demás ornamentos se tiñen, de nuevo, del color de la Sangre. No vendría nada mal introducir en el temario de las catequesis (que, por otra parte, ignoro) un poco de nociones de liturgia, por lo menos para que, desde pequeños y para quiénes decidan libremente seguir la senda de la Fe, se comprenda  que hay ciertas cosas que no se dejan -o no deberían dejarse- al arbitrio de gustos personales (o pasionales)... que si un sacerdote se pone casulla verde no es porque esté en tal o cual romería o porque sea el color de mi Hermandad, si no porque estamos en Tiempo Ordinario y las Rúbricas así lo ordenan.

               Como venía diciendo, el 14 de septiembre se celebra la Festividad litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz y la Iglesia contempla el uso del encarnado para los ornamentos. Rojo de la Sangre, Eucaristía vivificante que nos alimenta y limpia; rojo del Amor, y nadie amó más que Quien dió la vida por la humanidad; rojo de la Caridad, que es el Amor llevado a la práctica; rojo del ardoroso fuego del Sagrado Corazón, pues, como se dice en el Gloria, es Dios quien nos ama, no al revés: "... y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor"... y no que muchas veces se oyen burradas del tipo: ""que aman al Señor"" (y los que no lo aman, pues nada, ni paz ni gloria, es decir TODOS de cabeza).

               Me encantó el altar que se montó en el Triduo preparatorio del mes de abril (véase la primera foto): La Cruz desnuda, vacía, tosca, ruda, pesada, antesala de la que estaba por ocupar el mismo lugar sólo una semana después (véase la segunda foto): Teñida también de la redentora Sangre, pero gloriosa, esplendorosa, rodeada de flores, triunfante y victoriosa. Una bella alegoría que mi Hermandad tuvo a bien proclamar: A la Gloria a través del sacrificio.

domingo, 12 de septiembre de 2010

D.E.P. Dª. Alfonsa López Garfias

               Ayer, también por pura casualidad, me enteré de que ya no es; mejor dicho, ya no está. Alfonsa López Garfias se marchó hace años y hasta ayer mismo no me enteré. Se fue como a ella le gustaba, por lo menos así nos lo hacía saber cuando acababan sus vacaciones en el pueblo y marchaba a Sevilla: "qué poco me gustan las despedidas... si puedo evitarlas las evito", apostillaba cada vez que le recriminábamos el haberse ido sin despedirse. Y así lo ha hecho en su última partida. Coherente hasta el final.

               Bien podríamos estar hablando de una María Zambrano, Zenobia Camprubí, Fernán Caballero o Rosalía de Castro (por poner solo algunas). Pero no, en aquella "bendita" España de postguerra y más en un pueblo como el nuestro, no estaba la cosa como para permitirse el lujo de desarrollar las cualidades que dan el haber nacido antes de tiempo.

               Con ella se podía hablar de todo sin complejos ni vergüenzas. Recuerdo tantas noches de verano sentados en la puerta de la calle,sin darme cuenta de que aquella silla playera se conformaba como la mejor banca universitaria. Mujer libre de prejuicios, librepensante como ella sola, más zurda que diestra, de profundos sentimientos religiosos... parecerá esto último una contradicción, pero nada más lejos de la realidad, como ella mismo me decía, lo primero le venía de los segundo (ese problema de encasillamientos lo dejaremos para los losantospedrojotas varios). Amaba la libertad por encima de todas las cosas. Fue otra de las personas clave que forjaron mi personalidad.

               Escribió varios poemas, ensayos, artículos (algunos para distintas Revistas de Feria), ganadora en varias ocasiones de certámenes varios de narrativa en Sevilla. De entre sus relatos destaco "Las Rosas Blancas" y "Los Piteros"... qué lástima que no se pudieran publicar como es debido, cúanto daría yo por tener en mis manos sus apuntes, notas y cuadernos. Si algún familiar me leyera y no supiera que hacer con ellos, ya les he dado una pista.

               Recuerdo, como anécdota, cada vez que me contaba, siempre con ojos vidriosos, aquella vez que llevó a su madre, María la campanera, a los umbrales de la capilla de la Cruz del Campo. Y allí, desde su silla de ruedas, por última vez contempló, enmarcada aún entre puntas góticas con bombillas, a la Cruz por la que se desvivía en su juventud pero que, al casarse, tuvo que sacrificar por agradar en todo a su cónyuge, tal fue el grado de sumisión que, como mujer de la época, tuvo.

               Ilustro estas lineas con la bandera andaluza, pues no he conocido, ni conozco ni creo que pueda conocer a una andaluza como ella. Vivió con especial pasión aquel 28-F y cada vez que hablaba de su amada Andalucía se le encendía la mirada y se le erizaba el vello.

              ¡Hasta siempre, vecina!

lunes, 6 de septiembre de 2010

¡HASTA PRONTO, MADRE!

               Acabo de llegar de hacerte una visita en tu ermita. Me he enterado casi de casualidad que mañana te celebran una Misa de "despedida", pero por motivos laborales no podré estar presente. Me crea cierto "nosequé" esta despedida tan... llamémosla fría: una simple visita a tu ermita (y porque pasaba de casualidad y también dio la, cada vez más, casualidad de encontrarla abierta). Si me lo hubieran dicho aquel enero de 1998, ni "jarto vino" lo hubiera creído.


               Y es que, aquello fue demasiado hermoso para un chaval de tan sólo dieciocho años. Aquel 18 de enero nos despedíamos de ti, pues te esperaban seis largos meses en las instalaciones del IAPH, sí, esas mismas que te van a acoger ahora. Qué distinto fue todo (al menos para mí). Llegué del Instituto al mediodía del 19 de enero y aún con el bocado en la boca me dirigí a la ermita. Habíamos quedado la noche antes, después del Culto mensual de los 18, que yo sería uno de los que irían contigo a La Cartuja sevillana; pero lo que sí no me esperaba era que irías sobre mi regazo, junto con tu prioste y vestidor en el asiento trasero del coche del, por entonces, Hermano Mayor. Algunas devotas se asomaban a las puertas porque intuían tu presencia aunque no te pudieran ver… y lanzaban besos al aire al paso del vehículo donde íbamos. Calles Virgen de los Remedios, San José, Avda. de Andalucía, Nueva, carretera de Rociana y A49 hacia el este. Me imagino que el camino que conduce al Cielo no dista demasiado de aquel que hicimos juntos hacia la capital Andaluza.

               Íbamos bastantes personas, miembros y no miembros de la Junta de Gobierno, tanto que, cuando llegamos, me acuerdo del asombro del personal que nos recibió: “Pero, ¡si viene medio pueblo con la Virgen!”; yo hubiera apostillado de haber estudiado aquel año a Platón: “medio no, entero”, por aquello de que más está el alma donde ama más que donde habita. Allí te dejamos, volvimos a Villarrasa, un pueblo con calles y plazas en la Campiña onubense, pero con el alma en la Isla de la Cartuja de Sevilla.

               Nunca te faltó flores cada día 18 de los meses que allí estuvo. Recuerdo que aquella Semana Santa (sí la de la mojada del Señor de Pasión) como si la viviera en el pueblo, te teníamos tan cerquita, que la calle Tetuán nos parecía la calle Piñón; los vítores a las dos Esperanzas me recordaron más que nunca a nuestro mayo crucero, me parecía pasear por la calle Empedrá cuando cruzábamos por Romero Murube… y , encima, el Hermano Mayor era, por entonces, Presidente del Consejo!! Fui a verte en alguna que otra ocasión junto con Alfonso L. Vázquez (qué gran persona y cuánto le debo) junto a otros más. Aún conservo aquel calendario escolar donde iba marcando los días de tu ausencia y cuánto restaba para llegar a aquel que tenía marcado con una cruz en rojo (nada es casualidad) y que se había fijado en el 18 de julio de 1998.

               Llegó la fecha del regreso. La Hermandad del Cachorro nos dio la muestra más suprema de lo que es ser Hermandad. Allí, en la capilla anexa del patrocinio, te montamos en tus sencillas andas de traslado. Antonio Garduño fue quien te vistió colocándote tu manto verde de 1875, “el de los pobres” (que, para mí, es el más rico). La tarde del 17 de julio se ofició Misa en tu honor a los pies del Cristo de la Expiración y para ello saliste al aire de Triana para ser mudada de una capilla a la otra. Todo fueron facilidades, todo fue obsequioso, “para lo que hiciera falta”. Eternamente agradecidos a la Hermandad del Cachorro.

               Llegó el 18 de julio, tu pueblo, que ya no cabía en sí, abarrotó la plaza Nueva (Plaza de España), sitio donde fuiste Coronada. Se le dio infinidad de vueltas al cómo debías presentarte de nuevo ante tus hijos, para mi gusto se optó por la mejor de las maneras que se barajaron. Se montó un gran estrado con unas inmensas cortinas de terciopelo rojo, que ocultarían el vehículo donde vendrías y aparecerías ante los presentes a través de éstas, para luego celebrar la Santa Misa de bienvenida y culto mensual de los 18 allí mismo con el consiguiente traslado hacia tu ermita.

               A las 9 de la noche debías llegar engalanada en tus andas, te traía un vehículo de “Amado de Miguel” (no, no es publicidad, es agradecimiento). “Nos comunican que la Virgen viene a la altura de Sanlucar la Mayor”, el murmullo se apoderaba de la Plaza cada vez que se avisaba por megafonía por dónde ibas en tu viaje de regreso, murmullo que se hacía aplauso cuando te acercabas más: la entrada en la provincia de Huelva, la llegada al desvío de Villarrasa… Mientras tanto, Alfonso Vázquez (es inevitable recordarlo de tanto bien como te hizo) se dispuso a rezar el Rosario, después de las letanías, la Banda de la Cruz Roja se puso a interpretar varias marchas hasta que se avisó que habías entrado en Villarrasa. Todas las campanas se volvieron locas (ya sabes que todas se ponen de acuerdo sólo en tu honor). Llegaste a la Plaza, apareciste –por segunda vez- a tu pueblo y éste estalló en vítores como yo nunca lo había visto. Siempre te vemos en tus procesiones guardando demasiado las formas, sin embargo en aquella ocasión no había nada que impidiera que tus devotos te vitorearan, te piropearan, incluso te chillaran. Repito, jamás vi nada semejante en lo que a ti respecta.

               Acabada la Misa te “arrancaron” literalmente del efímero presbiterio y flotaste sobre un mar de cabezas y brazos levantados, mar en la Plaza que se hizo torrente por la calle de la Alcantarilla hasta desembocar a las puertas de tu ermita. Entraste, te volvieron a sacar, te levantaban en volandas, todo era frenesí en tu honor. Yo, mientras tanto, lo flipaba en colores. Y más lo flipé luego con la escasísima documentación gráfica de aquello.

               Qué distinto es todo ahora para nosotros, ¿verdad, Madre? (y bien sabes que no por mi voluntad), me parece mentira que después de verte esta tarde, repito, por casualidad, no vaya a volverte a ver hasta el 26 de noviembre, así sin más. Han pasado muchas cosas durante estos doce años, no dudes que de todas ellas, tanto positivas como negativas, he aprendido.

               ¡Hasta pronto Madre!

viernes, 3 de septiembre de 2010

Amistad

               Se suele decir que los amigos que se hacen en la Universidad son para toda la vida... puedo dar fe. ¡Qué caprichoso es el destino! (o llámenlo como quieran), estaba preparando unas semblanzas ahora que se cumple una década de cuando comencé mis estudios universitarios: recordar cuando llegué aquel 3 de octubre casi de madrugada a la parada del "Damas" que había en la puerta de la Facultad "El Carmen", el tufo a Polo Químico que me dio la bienvenida (luego, más tarde, descubriría que Huelva no es sólo eso), tener que acostumbrarme al horario de tarde, no conocer absolutamente a nadie los primeros días, y, sobre todo, las personas con las que compartí horas, días, noches, penas, alegrías, agobios, confidencias, etc; personas que han forjado un vínculo irrompible con el que suscribe y que, sin temor a equivocarme, fueron hasta aquel momento, mis mejores amigos. Luego, terminada la carrera, cada cual tomó su camino. Algunos lo aceptamos más que otros. Nos fuimos viendo más esporádicamente, yo diría que en los últimos años casi nada.

               Preparando estaba, decía, unas semblanzas añorando aquellos años, cuando la siempre cruel e inesperada hoja de la guadaña segó la vida del progenitor de uno de ellos. Hacía ya demasiado tiempo que no nos veíamos....y tener que reunirnos ahora en tan tremendas circunstancias... Cuántos intentos fallidos para quedar aunque fuera simplemente para tomar algo, cuántos "no tengo tiempo", "el trabajo", "la pareja" , "a ver si más adelante", etc, etc... (mea culpa yo el primero).  Nunca creí que algo tan luctuoso como la muerte (y más en circunstancias trágicas) pudiera ser motivo para volvernos a unir, aunque fuera por unas cuantas de horas. Imposible explicar las múltiples y contradictorias sensaciones vividas ayer en el sepelio, se me vienen a la mente aquellas palabras que Fray Carlos Amigo pronunció ante mi Patrona aquel memorable 15 de agosto de 2004: "la distancia la ponen los ojos... la cercanía la pone el Amor".

               En estos casos siempre hemos de sacar lo positivo, aprender la lección que, una vez más, nos enseña la vida (y la muerte forma parte ineludible de ella): mientras estemos por aquí hemos de hacerlo aprovechando los buenos momentos, pues los malos se presentan siempre sin avisar. Debemos tributar más culto a la vida, movilizarnos por ella lo mismo que cuando nos desgarra la desgracia. Ante una muerte cercana dejamos todo cuanto tenemos que hacer... no vendría mal que ante la Vida, de vez en cuando, actuemos igual.

              Cuatro almas que encontraron acomodo entre las incómodas bancas de las aulas universitarias, apuntes varios, esperas de tutorías, estanterias de biblioteca, bandejas de comedor, catas al mediodía, tardes de césped, parrandas nocturnas (no tantas como hubiera deseado), y un largo etcétera. Siempre como hermanos: Feliciano (Felix), José Ángel (Jose), Luis María (Lolico) y éste que os habla.