sábado, 2 de octubre de 2010

DIOS DEL CAMPO

               Pues sí, es inevitable que la frase acuñada por el pregonero de la Semana Santa de Sevilla de este año: "Dios del Campo", me traiga reminiscencias muy entrañables. Qué queren que les diga, si así es.

               Humilde, sencillo, y a la vez "sobrao" y dominando el pregón. No tengo el gusto de conocer a Antonio García Barbeito, ni creo que él llegue a leer estas lineas. Pero he de decir que, quitando el de Rodriguez Buzón (1956), ha sido el mejor pregón que he escuchado.

               Y es que esta religión nuestra, tan ambigua en la práctica, vamos, en los que nos decimos que la practicamos (que no en la teoría, pues los Evangelios y las rúbricas están ahí), que hace que algunos paladines de la moral colectiva ya señalen con el dedo demasiado pronto, y etiqueten a las personas en función de las veces que va a misa, comulga o se da golpes de pecho...es una bocanada de aire freco comprobar que, como decia Santa Teresa, Dios esté hasta en los pucheros y fogones.

               A la Sevilla rancia le faltó tiempo para afilar sus cuchillos e intentar desprestigiar al futuro pregonero, nada más enterarse de que no iba en demasía a Misa, no salía de nazareno en ninguna Hdad y que él rezaba mejor rodeado de olivos en su finca que en un templo. Hoy, creo que se tendrá que dar un punto en la boca al comprobar cómo ese "pueblerino" que no va a misa ha dado una lección de DIOS en su pregón (sobre todo a aquellos que gustan jugar a serlo), y no se ha perdido en ceras llorando, quejíos de cornetas, Macarena con pena, Triana con campana, Nazareno con moreno... ¡ay! que no se me olvide nombrar a tal o cual Hdad...y demás ripios y pedanterías.

               Sevilla, "madre y maestra" en muchas cosas, necesitaba un pregón así. No podía permitirse el lujo de volver a hacer una copia, la enésima, de sí misma. Ningún aplauso y una hora y media escasa... en todo momento el pregonero lo ha querido así. ¿Acaso le hace falta aplausos y músicas cuando pasa el Gran Poder o el Calvario?. Para mí es el Pregón del siglo XXI, bien escrito, mejor dicho, no muy largo, denso ...de los que te atrapan desde la primera palabra hasta la última.

               Enhorabuena, Pregonero, yo también soy del Dios del Campo.

               Enhorabuena, de este crucero, también del Campo.
Escrito el 21 de marzo de 2010, recien terminado de escuchar por la radio el Pregón de la Semana Santa de Sevilla, lo tenía por ahí guardado y hoy lo publico aquí.

De igual forma transcribo un fragmento de dicho pregón, que me parece magistral (aunque todo él lo es):

Foto: Nieves Sanz. cofrades.pasionensevilla.tv/photo/pregon-de-a...

"¿O tú no te lo preguntas? Tú, el mismo que establece una excedencia

de cupo en las filas del Credo. Tú, el mismo que golpea con su mano el

pecho de otro para que no te duela la culpa. Tú, el mismo que en el

Padrenuestro dice “…así como nosotros perdonamos a quienes nos

ofenden”… y envenenas el pan de su palabra y de su corazón, sin pararte a

saber quién es el otro… ¿Tú vas a venir a cachearme el alma en las

excluyentes fronteras de tu intolerancia, porque sospechas que trato de

pasar demonios en los bolsillos? ¿Tú, que si te pasas la mano por el

corazón, a lo mejor te cortas? Has de saber que en esta cerería no se funden

velas para que después, a conveniencia, le pongan una a Dios y otra al

Diablo. Aquí sólo se funden ceras para una sola llama, y de esa cera sólo

sale una clase de vela: la humilde vela con la que trato de alumbrar mi

camino. Quiero decirte, por si no has oído bien, que aquí no hay más cera

que la que arde. Así que no busques lo que no hay; mis velas nunca se van

a confundir con las tuyas. De modo que a ver si, cuando me enciendas,

sabes lo que enciendes. Porque jugamos a Dios, y Dios no somos. No me

juegues a Dios, que Dios no eres. Te lo digo más claro, por si te quedaran

dudas de lo que te digo:

Ni tú eres Dios ni yo soy el Diablo.

Somos hermanos en la misma Obra.

(Yo te mendigo Dios, si es que te sobra;

lo precisa el amor con que te hablo.)
 
No vengas a clavarme tu venablo



para aumentar mi duda y mi zozobra;
 
que Dios paga en Amor, y Dios no cobra

más que en Amor, amigo. Busca a Pablo.

El Dios que anda por mí, el Dios que digo

es un Dios de perdón, no de castigo;

y acaricia mi duda y no se espanta

de mis debilidades. No se aflige:

si ve que me equivoco, me corrige,

y si ve que me caigo, me levanta."
 
(García Barbeito. Antonio. Pregón de la Semana Santa de Sevilla. 2010)

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