martes, 26 de abril de 2011

Improcedencia.

               ¡Vaya por Dios!, con lo bien que iba todo y con lo bonito que me estaba quedando el blog con cosas de  mi "Rosa Encarnada"... siempre tiene que haber algo o alguien que se encargue de chafarlo. Ya sé que la última palabra para subir esta entrada o no, es sólo mía... pero he preferido subirla porque hoy me ha cogido el cuerpo así y me comían los demonios cuando mis padres me lo han contado:

               Resulta que mi padre tenía cita para hacerse una radiografía esta mañana en el ambulatorio de La Palma del Condado. Mi madre iba con él. Al llegar al centro se presentaron, muy educadamente, al recepcionista, facilitandole el nombre del paciente. Como respuesta obtuvieron una pregunta que no venía al caso:
-¿De dónde sois ustedes?
-De Villarrasa, ¿por qué?
Y en un alarde de chulería barata el recepcionista remedó, exagerando en lo que pudo, nuestro "dejillo":
-¿De VillaRRAzaaaa?

               Ante tamaña grosería fuera de todo lugar, mi madre pudo haber montado allí lo que no está escrito (conociéndola...). Sin embargo se mantuvo, como la señora que es, y sólo le dijo: "vaya, de cachondeo en horas de trabajo, ¿no?". Mi padre simplemente lo ignoró.

               Se le podía haber puesto un esparadrapo en la boca con mil argumentos diferentes: que si está ocupando un puesto de trabajo de cara al público pagado por todos los contribuyentes, que si los acentos son una seña de identidad de los pueblos....  pero así verían mis padres el percal cuando decidieron no perder demasiado tiempo llenando el pesebre de bombones... y mucho me temo que también me lo está haciendo perder a mí... así que, aquí lo dejo.

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