sábado, 9 de julio de 2011

Corazón de Jesús

               Hoy, en mi pueblo, sale el Corazón de Jesús en procesión. Previamente no ha habido ni Juntas de Oficiales, ni Cabildos de salida, ni cuotas extraordinarias, ni compleja organización coordinadora, ni siquiera convocatoria de cultos... nada de eso. Devoción, sólo la devoción de devotas contadas con los dedos de una mano, hacen posible el milagro de cada finales de junio (este año principios de julio). Y no le falta un perejil: Novena, Banda de música, cohetes, fuegos artificiales… Me es inevitable tener presente a Dª Antonia Aparicio, una señora nonagenaria pero con bríos veiteañeros; simplemente de vitalidad envidiable y contagiosa.


               No hay hogar villarrasero, de dispar color y pelaje, que no cuente entre sus muros con una Imagen del Sagrado Corazón: Cristos Reyes entronizados, detentes, bustos, cuadros, figurillas... Los días previos al del Corpus pude comprobar in situ la de autenticas joyas de devoción privada que copan consolas, cómodas, canceles, peinadoras y paredes de nuestro vecindario. La Imagen que sale esta tarde y que recibe culto en la Iglesia parroquial es, simplemente, una maravilla. Es el gran olvidado –cómo no- de los distintos estudios y catálogos de arte de la provincia. Lo juzgan, a simple vista, como obra salida de las fábricas de Olot, pero puedo dar buena fe de que no es así, es más, tiene detalles que harían pasmar a cualquier amante de los objetos de arte… y si es destinado al culto, aún más. Quien tenga ojos que vea.

               La procesión que sale hoy presenta un candor y espontaneidad absolutos. Sale con cuatro y entra con cuatrocientos. Es una reliquia organizativa, el último reducto de cuando las devociones eran administradas por familias. Un grano de mostaza más, por supuesto, que define la personalidad de mi Villarrasa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario