miércoles, 23 de mayo de 2012

Detalles (II)


              -Ni dos horas hace que recliné la cabeza sobre la almohada cuando un fuerte estruendo (¡¿qué le habéis echado este año a los cohetes?!) me sobresalta. Con el batín solamente puesto me asomo al balcón para ver pasar la diana. Saludo a mis amigos de Consolación, una buena ducha (aunque también tomé una cuando llegué), un café bien cargado, traje claro, la medalla que no se olvide... ¡ahh! y un mechero para el pabilo de la caña para encender el altar... ese es mi rito mañanero cada domingo de la Función.

              -Don Antonio Romero Padilla, cura joven pero de maneras antiguas, perdón, tradicionales. Rocianero de nacimiento y sevillano de adopción. Crucero para más señas y así lo dejó patente en su homilía: "No importa que muchos no nos comprendan a los que celebramos la Cruz de esta forma... pero no sabemos cuánto bien hacemos" (no son palabras textuales, pero más o menos...).

               -Siempre he dicho que si tuviera que asistir a todos y cada uno de los actos que organiza la Hermandad estos días, tendría que fabricarme un doble. Es imposible. Cuando acaba la Función simplemente le dedico un buen homenaje a Pikolín Normablock (toma ya publicidad gratis) y mira que intentan convencerme de que me quede para la Paella, pero ya a esas alturas ando medio zombi (¡y aún queda el fin de semana que viene!).

               -Y si Don Antonio causó sensación en la Función, no digamos el celebrante del Quinario, Don Pedro López Suárez, palmerino y crucero. También joven, pero de maneras, sólo maneras, tradicionales. Ambos vienen a ser un rotundo mentís a una mal entendida modernidad post conciliar. Encandilaron, fueron el ejemplo de que el Concilio Vaticano II no abolió nada, pero sí se malinterpretó mucho, y yo sin caber en el pellejo de saber que ha sido delante de mi "Coloraita" donde se han recuperado formas y rasgos de la Liturgia tradicional: Casullas de guitarra, respeto absoluto a los colores, lavatorio, manguilla, Canon en latín, gestos olvidados como el de no separar los dedos indice y pulgar hasta la purificación del cáliz, traslado solemne con muñidor al Sagrario con paño de hombros, adoración y bendición con el Lignum Crucis, etc, etc. Liturgia más sentida que comprendida (¿alguien comprende la transubstanciación?). Una delicia.

               -El lunes 7 nació mi sobrina. Si en esos días ya poco o nada me podía encandilar más, ella solita lo consiguió. Si este es el sentimiento de tío (siempre lo he compartido todo con mi hermano), no quiero imaginarme cual puede ser el de padre.

               -¿De dónde salen tantos niños el día de la ofrenda?

               -Cuando el viernes por la tarde escucho los primeros sones del pasacalle, para mí es el pistoletazo de salida de una carrera de fondo que acaba cuando me monto en la manola, el domingo a mediodía. Os lo podéis imaginar.


Continuará...

Fotos: -Tomás Ramos.
           -El Gitanillo.

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