miércoles, 1 de diciembre de 2010

Reacciones...

Visto y oído en la calle Misericordia el pasado fin de semana:


— ¡Huy, están tirando cohetes!, seguro que ya la han traído, vamos a acercarnos.
— Pero, ¡a dónde vas lloviendo a las doce de la noche y en pijama, si la misa no es hasta mañana!


— ¿A dónde vas tan temprano, si aún no han dado el primer toque?
— A coger un buen sitio
— Anda, no tengas tanta prisa, que seguro que aún no hay nadie.
(un cuarto de hora más tarde, por móvil) —Tú qué me decías, ¿que no había nadie? Acaban de dar el primer toque y está la ermita a rebosar.


— ¡Niño! (con muy malos modales), ¡quítate de en medio que no veo!
— Señora, que la ermita no es suya.
— ¡Anda y vete a tu casa!
— Aguántese que aquí tenemos que caber todos.
— Esta juventud, qué poca vergüenza.
— Tenemos a quien parecernos, señora, y usted es buen modelo a seguir.




— Uuufff, ¡qué calor! abrid la puerta de la calle, que aquí con tanta gente nos vamos a atufar.
— Para eso hay que pedir permiso a la directiva.
— Cual, ¿la del Real Madrid?
— No digas tonterías, la de la Hermandad.
— Ah, vale, a la Junta de Gobierno.




— Si no fuera porque se nos caerían las bóvedas, ahora mismo le metía un espiochazo a los pilares…
— Por qué, ¿qué te pasa?
— Es que no veo nada, si al menos fueran transparentes.
— ¡Ja, ja, ja! qué cosas tienes, tendrás que esperarte a que termine la Misa.




— Hay que ver qué bonita que es la Virgen.
— ¿Y hasta ahora no has caído en ese detalle? pues anda que la Virgen no lleva años aquí.




— Le han dejado la cara divina, qué colores le han puesto”,
— ¡Por Dios, qué ocurrencia!, la cara ha tenido siempre esos colores, sólo que le han hecho una  limpieza… a lo mejor tú te crees que restaurar es maquillar.




— ¿La has visto con la mantilla? ¡qué cosa más linda!
— Pues claro, para algo tengo ojos en la cara.
— Es que está guapa, pero guapa de verdad ¿no te has fijado?
— Cierto, se ve más cercana, más entrañable y demuestra que con todo lo que se ponga luce.
— Pero es que está como nunca, es que es algo que no se ha visto en la vida, ¡es un descubrimiento una Virgen con mantilla!
— “Pa" descubrimiento el de la pólvora, vamos. Pues siento decirte que ya está todo más que inventado.
— ¡Ah!, ¿sí?
— Sí, ya la han puesto así en varias ocasiones…
— ¡Huy!, ¿cuándo?
— Pues hará unos diez o doce años en un besamanos… ¿que si por aquel entonces ya existía la Hermandad?… ¿que no?, vale, no porfío, lo que tu digas.
— No porfío, es que no recuerdo. Y ¿cuándo más?
— También se ha puesto así en su camarín en alguna ocasión y para los 250 Aniversario del Voto.
— ¿Qué voto?
— Cual va a ser, ¿el de Valverde?... pareces que no estás en el mundo... el que hicieron los cabildos civil y eclesiástico cuando el Terremoto de Lisboa, quisieron vestirla como aparece en un grabado de la época.
— ¡¡Aaaaahhhh!!, cuánta historia tiene nuestra Virgen.
— Más de la que tú te imaginas.
— Pero vamos, que aquí en Villarrasa no se ha visto nada igual, ¿verdad?
— ¿Que no?, a la Virgen de los Dolores y a la del Rosario le ponen mantilla cada dos por tres… ¿que no sabes cual es?... cuando entremos en la Iglesia yo te la señalo. Otra cosa es que nuestra Patrona tiene ese “nosequé” que tanto nos atrae.
— Por eso mismo, no me negarás que está bellísima.
— Eso por descontado. Por cierto, entre tu y yo ¿no ves los pendientes que le han puesto un pelín grandes?
— ¿Grandes?, ¡anda ya!, qué cosas tienes.
— No es por nada, es que estas prendas suelen ser regalo de los devotos y en la corona hay dos cubanas más pequeñas que en su día, hace bastantes años, no se las pusieron porque las consideraron demasiado grandes… claro, también estamos hablando de otra época.
— Pues para mi gusto los que tiene puestos les va ideal, ideal con la mantilla, tú échame cuenta a mí que de esto entiendo un rato.
— Ya veo ya. Otra cosa, ¿no dices nada de cómo resalta el dorado la Virgen con el fondo que le han puesto?, es el manto rojo que sacaba en diciembre ¿no te has dado cuenta?. ¿Y los centros de flores? sencillos y elegantes, como nos tienen acostumbrados. 
 — ¡Ah... si!, es verdad, no me había fijado.
—  Es que no se ven... será por eso.


— Oye, que digo yo que después de haber desfilado media Andalucía por el IAPH en la Jornada de puertas abiertas y después de que la otra media la haya visto por televisión, qué mas hubiera dado haberla presentado a su pueblo sin nada, ¿verdad?
—Pues la verdad es que hubiera sido una oportunidad de hacer algo inédito e irrepetible para la historia. Pero bueno, también ha estado fantástico lo que se ha hecho. Lo importante es que Ella está de nuevo con nosotros.




— Qué bien han estado los acólitos en la Misa, ¿verdad?
— Cierto, chapó por ellos.




— Escucha, este año que dicen, que se va a hacer la Novena de diciembre otra vez en la ermita?
— ¿No has leído el programa?, ¡qué te gusta que te regalen los oidos!, pues parece ser que sí.
— En fin, para algunas cosas hay que cumplir las Reglas a rajatabla y para otras, ya ves.
— A mí no me parece mal del todo, sólo que eso de trasladar la Virgen en su paso, con sus flores ya puestas el día antes… no sé yo qué decirte.
— Habrá que mírarlo por el lado positivo, este año no, pero cuando el 18 caiga en día laborable es una oportunidad de verla en la calle para los que ese día señalado marchen a trabajar fuera.


— Detallazo el de las dependientas del supermercado, ¿que no?
— Además de verdad, cosas así hacen que se me pongan los vellos de punta.
— ¡Anda! ¿y eso?
— Pues porque se demuestra que la devoción a Ella es algo que llevemos muy hondo, que surge espontáneo, sin cronómetro, sin ensayo, sin forzarlo, sin "aplausitis petalae"... como siempre ha sido Villarrasa con Ella, como siempre somos con nuestra Madre.
— Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario