lunes, 9 de mayo de 2011

De cine...

               No, aunque el título pueda sugerir un resumen tipo plomo de mis vivencias en torno a mi Cruz estos días pasados..no, no va por ahí la cosa. En este lunes de gargantas roncas, pies doloridos y cuellos y mejillas quemados por el sol, la entrada en el blog va dedicada a otra gran pasión mía. Me considero cinéfilo, aunque no haya visto jamás "Titánic"... de la misma forma que me encanta la lectura sin haber ojeado siquiera "El Código Da Vinci". Lo mío es el cine alternativo, los cortos...vamos, las "rarezas"... esas obras que muchos dicen que tienen que varla unas cuantas de veces para poder quedarse con la copla.

               Si en una sóla vida se pudiera abarcar los afanes y labores que se quisieran, uno de ellos sería el ser director, bien de teatro o de cine. Crear nuevas realidades a través de la interpretación se me antoja como algo fascinante. Desde pequeño me atraían más los ángulos de enfoque, los decorados, la iluminación o los efectos especiales, que el mismo argumento de la trama.

               El empleo de pocos elementos para crear las más electrizantes sensaciones es una facultad sólo al alcance de unos pocos. Alfred Hitchcock era un genio a ese respecto. La archiconocida escena de la ducha en su película "Psicosis", es el paradigma. No hay absolutamente nada explícito en dicha escena, sólo la sombra de alguien que porta un cuchillo, una mujer gritando y un líquido oscuro colándose por el sumidero. Con esas cuantas "simplezas" Hitchcock consiguió la escena tipo. El director puso los elementos, el poder de sugestión hizo todo lo demás.

               ¡Sigan disfrutando!


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